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LOS VERDES DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

REPLANTEAR EL VERDE URBANO

REPLANTEAR EL VERDE URBANO Domingo Afonso Martín

La entrada de Ciudad de las Palmas de Gran Canaria, desde el Sur, es una buena muestra de jardinería patética, un maravilloso césped pintado de verde recibe al visitante. Los parques y jardines se están dedicando al monocultivo del Ficus benjamín, que por su pequeño y ridículo porte aseguran unos gastos mínimos en mantenimiento.

Se debe seguir aumentando la superficie de verde urbano, pero también deben ampliarse sus funciones y cambiarse los criterios de gestión para ahorrar agua mediante la plantación de especies autóctonas xerófilas y una jardinería ecológica.

Una política de verde urbano global debe contemplar una gestión de parques y jardines que rompa con las tendencias hacia la privatización y promueva en cambio la colaboración de los jardineros municipales con el voluntariado cívico (escuelas, jubilados, grupos ecologistas).

Es importante experimentar la abertura de huertos urbanos públicos, cuyo cuidado y cuyos frutos puedan concederse con contratos temporales a jubilados o a personas en situación de pobreza. Es este sentido es interesante la experiencia de huertos urbanos ecológicos que, por necesidad, se ha desarrollo en la Habana, en la que todo tipo de hortalizas son cultivadas en plana ciudad en un sustrato elaborado con el compost elaborado a partir de la basura orgánica de la población del barrio.

También se deben proteger los cinturones verdes de la agricultura periurbana, por su papel en un suministro alimentario ecológicamente sostenible y por su contribución a preservar nuestro paisaje.

En este sentido es triste ver como la ciudad devora,. día a día los fértiles terrenos que rodean a nuestras ciudades, como la vega de Hoya de Parrado que esta siendo actualmente arrasada para construir horribles adosados.

Apenas quedan en el municipio de Las Palmas unos cientos de hectáreas de cultivo: plataneras, viñas, papas, hortalizas y frutales variados que hay que preservar a toda costa. Su existencia corre un grave peligro pues, nuestros geniales mandamases acaban de inventarse una nueva clasificación del suelo: Suelos agrarios en estado de abandonó (Bb4), tal como se recoge en el recién aprobado PIO de Gran Canaria. Bajo esta categoría se agrupan los suelos que según ellos son susceptibles de urbanizarse por su estado de abandono.

Los suelos agrarios, abandonados o no, siguen siendo un patrimonio de todos los canarios, de ellos nos hemos alimentados durante generaciones, urbanizarlos es un crimen, no debemos permitir que unos especuladores en su afán de enriquecerse hipotequen nuestro futuro.

Por todo ello Los verdes venimos reclamando el desarrollo de una Ley de protección de los suelos agrarios, que ponga a salvo a los mismos de los políticos vendepatrias de turno y de modo más mediato exigimos la retirada del PIO de la mencionada clasificación Bb4.

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